“El bautismo es el primer y principal sacramento del perdón de los pecados porque nos une a Cristo, quien murió por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación. El bautismo, la Confirmación y la Eucaristía constituyen los ‘sacramentos de iniciación’ mediante los cuales un creyente recibe el perdón del pecado original y personal, comienza una nueva vida en Cristo y en el Espíritu Santo, y es incorporado a la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. El rito del Bautismo consiste en sumergir al candidato en agua, o derramar agua sobre la cabeza, mientras se pronuncia la invocación de la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.” (Catechism of the Catholic Church, 977, 1213,1275, 1278).

A través del agua, Dios puede conferir gracia y misericordia a Su creación más amada. Los Sacramentos de Iniciación Cristiana son el camino privilegiado hacia nuestro Creador, y la Iglesia Católica es la guardiana de estos grandes dones. A través del Rito del Bautismo, somos liberados del pecado original y nacemos de nuevo en el Espíritu como hijos del único y verdadero Dios.

La palabra griega “baptizein” significa “sumergir” o “sumergirse”. Por lo tanto, el Rito del Bautismo hace algo en la persona que está siendo bautizada; es eficaz. El bautismo sumerge el cuerpo y el alma de la persona que está siendo bautizada en agua, y la persona emerge como una nueva criatura, más hermosa y perfecta que antes. Los cristianos son enterrados con Cristo para que podamos resucitar a una nueva vida con Él. “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Fuimos, pues, con Él sepultados por el bautismo en su muerte, para que, así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida” (Romanos 5:3-4).

Pero la fe necesita una comunidad de creyentes comprometidos. El bautismo planta la semilla de la fe, pero debe ser nutrida por seguidores instruidos. Por eso, Santa María del Lago se compromete no solo a compartir el don del Bautismo con sus feligreses, sino también a desarrollar una fe más profunda e informada con todos aquellos que deseen que su hijo sea bautizado. En ese sentido, los padres que deseen el Bautismo para su hijo deben ser feligreses de Santa María del Lago, asistir a Misa en Santa María todos los domingos (o sábados a las 4:30), y asistir a una clase de preparación bautismal obligatoria. Somos una familia, y la familia requiere compromiso, atención y cuidado mutuo. Estos requisitos se explicarán con más detalle durante la clase.