Para los niños que ya han hecho su Primera Comunión y tienen menos de 11 años. Este año será un descubrimiento de su ser en la Iglesia, y comenzarán a integrarse en algunos ministerios litúrgicos: Ministerio de Bienvenida, Monaguillos, Coro y Proclamadores de la Palabra.

Este programa está dirigido a adolescentes mayores de 12 años que ya han sido bautizados pero que no han recibido su Primera Comunión. Es un año completo en el que serán acompañados para profundizar en su fe y tener su primer encuentro con Jesús en la Sagrada Eucaristía y el Sacramento de la Reconciliación.

Un año de formación en la fe para los adolescentes que han hecho su Primera Comunión y tienen 12 años o más. Este año tiene como objetivo profundizar más en la vida humana y cristiana, introduciéndose en el conocimiento del Catecismo de la Iglesia y las Sagradas Escrituras.

Dirigido a aquellos jóvenes que han completado el año de preconfirmación. Este año está dedicado a prepararse para recibir el sacramento de la Confirmación mediante el estudio de la fe y las vidas de los santos.

Se ofrece catequesis para los padres que tienen hijos en el programa de catecismo, y es obligatoria para todos los padres. Es un camino de profundización en la fe para poder acompañar a sus hijos en su propia formación, y se lleva a cabo cada 15 días, simultáneamente con las reuniones de catecismo de sus hijos.

Este programa está dirigido a niños de 7 años a adolescentes de 17 años que aún no han recibido el sacramento del Bautismo. Su propósito es llevar a cabo un sólido itinerario de formación en la fe, para conocer mejor la fe de la Iglesia Católica, nuestra forma de vivir la liturgia, de orar y de vivir en comunidad, lo que puede guiarlos hacia un primer encuentro con Dios y su inserción en la Iglesia Católica a través de la recepción de los sacramentos de Iniciación Cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. El programa se desarrollará en al menos dos años de formación, con reuniones semanales, es obligatoria la asistencia a todas las reuniones, la participación de al menos uno de los padres, y en el segundo año, comenzando en la temporada de Cuaresma, también de los padrinos.